En los últimos años cada vez escuchamos más en España el término «casa pasiva». La elevada eficiencia energética es un requisito ineludible de la edificación actual.
La razón de fondo es el cambio climático. Uno de los desencadenantes es el endurecimiento de las normativas de eficiencia energética debido al elevado consumo de energía de los edificios.
¿Qué es una casa pasiva?
Resumiendo mucho, podríamos decir que una casa pasiva es una casa de muy elevada eficiencia energética. Y es un edificio que está muy estudiado para que no se produzcan determinados problemas de confort ni de higiene.
Este concepto de edificación viene de lugares donde tradicionalmente la eficiencia energética ha sido un problema muy importante a resolver. Un problema ligado debido a inviernos muy fríos y por tanto a costes de calefacción muy elevados.
Otro factor que debemos saber, es que el término «casa pasiva» es un término genérico, aunque en muchos casos se vincula a una certificación llamada PassivHaus que otorga un instituto alemán llamado Passivhaus Institut (PHI), cuya web podemos ver en la imagen a continuación:
Así, este instituto fijó unos estándares a partir de los cuales las viviendas podrían ser llamadas «pasivas». Estos estándares son muy exigentes, aunque progresivamente la normativa de los diferentes países europeos se aproxima a estos estándares, por lo que estos edificios cada vez son más comunes.
¿Una casa pasiva consume energía?
Sí. Una casa pasiva no es un edificio que no consume energía (contrariamente a lo que algunos piensan).
Para tener una referencia al respecto, una casa pasiva consumiría «menos de 1,5 litros de petróleo o 1,5 m3 de gas para calentar un metro cuadrado de espacio habitable durante un año», según el PHI.
¿Las casas pasivas son solamente para países muy fríos?
Como decimos, el concepto es genérico y sería aplicable a cualquier clima. Para hacer que esa adaptación tenga sentido con el fin último que se persigue (edificios con gran eficiencia energética) desde el PHI adaptan el estándar y los requerimientos a diferentes tipos de clima.
Entonces, ¿se trata solo de edificios de bajo consumo?
No, en el estándar se pone especial énfasis también en el confort, la salud y el ahorro económico que van de la mano del bajo consumo.
¿Es solo para viviendas?
Tampoco. Es un concepto que aplica también a edificios para otros usos. El certificado del PHI aplica a varios tipos de edificio, como por ejemplo colegios. También pueden certificarse productos.
Además, el concepto es aplicable a rehabilitaciones, no solo a obra nueva.
Pero ¿cómo es una casa pasiva?
Una casa pasiva podríamos decir que tiene estas características, en general:
- En primer lugar es un edificio con mucho aislamiento térmico y, además, continuo. Los muros y cubiertas incorporan mucho aislante (muchas veces por el exterior), las carpinterías tienen elevadas prestaciones. A veces incluso las cimentaciones están aisladas. Y, muy importante, los puntos débiles «a priori» – los llamados puentes térmicos- están estudiados al detalle para que se pierda la menos energía posible. En este sentido, los cajones de persiana que se emplean son cajones de transmitancias térmicas muy bajas (muy aislantes).
- Además, optimiza su diseño y orientaciones para captar la radiación solar en invierno para calentar y con sistemas para bloquearla en verano. En este sentido los sistemas de protección solar como las persianas, además de sus múltiples ventajas, son clave en este tipo de edificios, especialmente en climas templados o cálidos como los que hay en gran parte de España.
- Por otro lado, son edificios muy herméticos, con muy poca pérdida de aire. Cuando un edificio pierde aire, ese aire hay que reponerlo (y climatizarlo, con el gasto energético que conlleva). Por ello, estos edificios tienen sistemas de ventilación mecánicos para sacar el aire viciado, y con sistemas que transfieren la temperatura al aire nuevo, sin mezclarse. Cualquier elemento que se emplee en la envolvente, incluidos los cajones de persiana, deben tener elevada hermeticidad.
- Equipos de climatización muy eficientes, que nutren de la (poca) energía necesaria cuando es preciso.
- Poca diferencia de temperatura entre el aire interior y las superficies interiores, para reducir el riesgo de problemas de condensación, falta de confort o posibles problemas de higiene (mohos, etc).
- Por último, suelen ser edificios «masivos», con mucha inercia térmica, y muy «compactos» (para tener poca superficie por la que perder energía respecto al volumen de aire que encierran).
¿Es cara una casa pasiva?
En general podemos decir que es más cara que un edificio convencional en su diseño y construcción. Si se quiere certificar tiene un coste extra. Pero en su operación es más barata que otra de tamaño similar, al consumir menos.
Puede consultarse más información sobre viviendas pasivas en este link.
En PERSAX somos especialistas en asesorar acerca de las mejores soluciones para conseguir edificios de alta eficiencia energética, dirigidos a mejorar las condiciones de confort y salud de sus ocupantes. Si tienes alguna consulta puedes escribirnos completando el siguiente formulario.