La pérdida de energía a través de la fachada sigue siendo uno de los puntos vulnerables de nuestro mapa inmobiliario y a pesar de la entrada en vigor hace ya más de dos años de la obligación de certificación energética de los edificios, lo cierto es que no conseguimos aprobar en materia de eficiencia, y son muchas las viviendas que derrochan energía y por tanto sufren una gran pérdida económica. La solución pasa por la rehabilitación de la envolvente, lo que hace que se promuevan distintos Plan Renove por parte de comunidades autónomas, para revertir la situación y conseguir minimizar las pérdidas de energía. Persax Grupo explica cómo conseguir optimizar el ahorro energético y llevar a cabo una rehabilitación eficiente de la fachada.
Los cerramientos de Persax Grupo, líder en el sector de las persianas y fabricante de elementos de cerramiento desde el 1976, son una apuesta segura para conseguir mayor aislamiento en la rehabilitación de la fachada. Las pérdidas de energía que se producen a través de los huecos de las paredes son responsables de gran parte del consumo en la factura de la luz. En un intento de revertir esta situación y cumplir con la normativa de Certificación Energética impuesta por la Unión Europea, las Comunidades autónomas informan de la importancia de la rehabilitación y aislamiento de la fachada y apoyan con Planes Renove.
Pasados dos años de la entrada en vigor de la normativa de la certificación CE del 1 de junio de 2013, la regulación que obliga a establecer el Certificado Energético de todos los inmuebles a la venta o en alquiler exigida por la Unión Europea, el balance no es demasiado positivo. Con este documento, se determinan los niveles de consumo energético y la emisión de CO2, a través de la calificación, que va de la ‘A’ a la ‘G’, de mayor a menor eficiencia energética, tal y como ahora conocemos en los electrodomésticos, siendo el ‘A’ el más favorable y el ‘G’ el menos eficiente. Y son demasiadas las viviendas con una Certificación Energética ‘G’, un resultado asegurado si la vivienda no dispone de un buen aislamiento.
Contar con un óptimo aislamiento puede evitar hasta un 50% de fugas a través de ventanas y acristalamientos, marcos y molduras de puertas y ventanas, lamas y cajones de persianas, etc. Entre el 25 y el 30% de la energía que se produce en los hogares se destina a cubrir lo que se pierde por las ventanas, según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía). La utilización correcta de soluciones de control solar, como las persianas, constituyen un elemento viable para reducir el consumo energético y minimizar el uso de climatizadores en el hogar. Además, permiten una reducción de entre el 30 y el 50% del consumo eléctrico en la climatización de las estancias, según el estudio realizado por el Centro de Fomento de la Investigación Sostenible, de la Universidad de Minnesota. Pero esta idea no parece calar entre los consumidores.
“Una de las razones- explica Lorenzo Herrero, director adjunto de Persax Grupo- reside en el desconocimiento del gasto real que supone la diferencia de contar con un Certificado de Eficiencia Energética ‘F’ o ‘G’. El consumidor se preocupa de lo que vale la vivienda no de lo que gasta la misma, no es un elemento que condicione la compra de un inmueble, y no es una de las prioridades en la rehabilitación de un hogar. El consumidor tiene que saber que sin el aislamiento correspondiente, la certificación energética no pasará de la letra ‘G’, lo que supondrá un gasto mayor. Situación que puede reconducirse a través de la rehabilitación”. La manera más rentable de aumentar la certificación energética, pasa por rehabilitar la fachada de la vivienda para conseguir un aislamiento óptimo, consiguiendo tapar los huecos de las paredes y por tanto, eliminar las filtraciones de energía que se producen en el hogar.
Son varias las Comunidades Autónomas que estás promoviendo un Plan Renove de rehabilitación de ventanas o fachadas, cuyo objetivo es el ahorro energético y la mejora del aislamiento térmico de los edificios, a través de ayudas para la sustitución de las ventanas convencionales existentes por otras de PVC con aislamiento térmico reforzado, que permiten reducir las pérdidas de calefacción y aire acondicionado, mejorar el confort térmico de los edificios y conseguir así una mejor calificación energética de las viviendas, tal y como aseguran desde las Comunidades. Es necesario a la hora de sustituir la ventana con capialzado (cajón de persiana), que éste tenga al menos permeabilidad al aire clase 4 e incorpore aislante térmico, con valor térmico (U) menor o igual a 1,5 W/m2K.
Según especifica el IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, las medidas para conseguir el ahorro deseado se dividen en dos grupos: las medidas relativas a la envolvente y elementos constructivos, y las medidas sobre los sistemas. En el primer caso, las fachadas, cubiertas, cerramientos y por tanto ventanas y persianas juegan un papel fundamental. En este punto hay tres a tener en cuenta: la lama, el cajón y el motor de las persianas.
Un aspecto fundamental que contribuye eficazmente a mejorar el aislamiento de la ventana es la lama de persiana. Desde Persax Grupo se aconsejan las lamas de aluminio perfilado rellenas de poliuretano, en especial los modelos de alta densidad, que se caracterizan por su alta resistencia debido a su mayor densidad de poliuretano, proporcionando a la ventana una excelente resistencia térmica y, por tanto, mayor eficiencia.
En cuanto a los cajones de persiana, es necesario conocer cuál es su grado de eficiencia,y para diferenciarlo, es fundamental conocer cuál es su coeficiente de transmitancia térmica (U), que es el flujo de calor (W) entre la superficie (m2) y la diferencia de temperatura (K). De este cálculo se obtiene un resultado que cuanto menor sea mayor eficiencia supone. En una ventana de buena calidad, el coeficiente de transmitancia térmica es de 2W/m2K, por tanto el cajón tiene que tener, al menos, el mismo valor para que no se produzcan pérdidas de calor/frío en la vivienda. Productos como el cajón Energy de Persax Grupo, con valores de aislamiento térmico y acústico de los más altos que existen en el mercado actual (1,20 W/m2k), son la mejor opción para aumentar la certificación energética y optimizar el consumo, ya que son los que mejor aislante térmico poseen. “Para la consecución de este coeficiente y de esta calidad en los productos, en Persax estamos en constante investigación con nuevos materiales que supongan una mejora térmica y sean térmicamente mejor aislantes, consiguiendo así un mayor ahorro energético y de consumo”, explica Lorenzo Herrero, director adjunto de Persax.
Por último, Persax recomienda el sistema de accionamiento a motor para subir y bajar la persiana, pues su instalación dentro del cajón permite que no haya ninguna apertura por donde se pueda filtrar el aire, como pueden ser el recogedor, pasacintas, etc.